
NADIE ESTA SOLX
Es innegable que las mujeres y niñas son las principales víctimas de la violencia sexual a nivel mundial. Los roles de género asignados históricamente, las desigualdades de poder y los estereotipos han creado un entorno en el que muchas mujeres y niñas se sienten vulnerables al denunciar estos crímenes.
Sin embargo, es crucial reconocer que la violencia sexual no es un problema exclusivo de las mujeres. Existen otros grupos de la población que son especialmente vulnerables y susceptibles de sufrir este tipo de violencia, y que, por diversas razones, pueden tener más dificultades para hablar y denunciar los hechos por diversos motivos como la falta de información, el desconocimiento de los recursos, el machismo, la complejidad y el costo de un proceso judicial.
Es fundamental visibilizar la compleja realidad de la violencia sexual y comprender que afecta a diversos grupos de manera diferenciada pero no de formas menos graves.
La violencia sexual no se puede resumir a una problemática de un género frente al otro sino de víctimas frente a agresores y una sociedad lamentablemente ciega y silenciosa frente a esta violencia.

VULNERABILIDAD
México reconoce que nadie debe ser discriminado. Sin embargo, ciertos grupos sociales, como personas con discapacidad, mujeres, personas LGBTQ+ y comunidades indígenas, experimentan discriminación sistemática y se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. Estas desigualdades se ven agravadas por las crecientes exigencias de la sociedad moderna. Si la Constitución Mexicana garantiza el derecho a la justicia para todas las personas, los grupos vulnerables, debido a factores como la discriminación y la marginación, encuentran obstáculos para hacer valer sus derechos y denunciar delitos como la violencia sexual. Es fundamental fortalecer los mecanismos de acceso a la justicia para garantizar la igualdad y la no discriminación y al mismo tiempo estar atentos a sus necesidades escuchando de forma más atenta sus historias y testimonios.

DISCAPACIDAD
La justicia social debe reconocer y garantizar el derecho a la sexualidad de todas las personas tal como una vida libre de violencia, incluidas aquellas con discapacidad. Es necesario derribar las barreras que limitan el acceso a una educación sexual integral y de calidad, así como promover políticas públicas que protejan los derechos sexuales de los grupos en situación de vulnerabilidad. Hoy seguimos con prejuicios en cuanto a las personas con discapacidad ya sea física y/o mental. Esto requiere un cambio cultural profundo que desafíe los estereotipos y las discriminaciones. Las políticas públicas deben garantizar un acceso justo a la justicia, es decir adaptar sus instalaciones y tener en cada una de sus instalaciones traductores y personal formado en cada etapa del proceso legal con el objetivo de garantizar un acceso a la justicia sin discriminaciones.



HOMBRES
La idea de que los hombres son invulnerables y no experimentan vulnerabilidad es un mito profundamente arraigado en muchas sociedades y los vuelve vulnerables. Sin embargo, la realidad es que los hombres también enfrentan una serie de desafíos y vulnerabilidades, especialmente en contextos culturales donde prevalece el machismo.
El machismo, otorga el poder a los hombres sobre las mujeres, también limita y condiciona la masculinidad. Esta imposición de roles de género tradicionales crea una serie de expectativas y presiones que pueden resultar dañinas para los hombres. El ideal de masculinidad hegemónica, promueve la fuerza, la independencia y la supremacía masculina y limita la expresión emocional. Si bien los hombres suelen ser perpetradores de violencia, también pueden ser víctimas. La violencia machista puede manifestarse de diversas formas, incluyendo la violencia física, psicológica y sexual. La presión por cumplir con los estereotipos de género puede afectar negativamente la salud mental de los hombres, impide hablar en caso de haber vivido violencia sexual y aumenta el riesgo de depresión, ansiedad y suicidio. Reconocer que la vulnerabilidad no es exclusiva de un género. permite construir una sociedad más justa y equitativa para todas las personas.

TRABAJADORXS SEXUALES
Los trabajadores sexuales, tanto mujeres como hombres, cisgénero y transgénero, enfrentan una serie de vulnerabilidades sistémicas que los exponen a un alto riesgo de violencia, discriminación y explotación. Estas vulnerabilidades se ven exacerbadas por la estigmatización social y la falta de reconocimiento legal de su trabajo. La sociedad a menudo estigmatiza el trabajo sexual, lo que genera prejuicios y discriminación hacia quienes lo ejercen. Esto dificulta el acceso a servicios básicos como salud, educación y justicia. Lxs trabajadorxs son especialmente vulnerables a la violencia física, sexual y psicológica. Esto incluye agresiones por parte de clientes, proxenetas, policías y de la sociedad en general, dejandolxs excluidos de un sistema de justicia igualitario. La estigmatización y la discriminación pueden llevar al aislamiento social y a la pérdida de redes de apoyo. Es fundamental reconocer la vulnerabilidad de lxs trabajadorxs sexuales y tomar medidas para proteger y respetar sus derechos a una vida libre de violencia.

TERCERA EDAD

La población de la tercera edad se encuentra en una situación de vulnerabilidad particular, expuesta a diversos riesgos, entre los que destaca el maltrato. Esta problemática, aunque a menudo oculta, es una realidad que afecta a millones de personas mayores en todo el mundo.
Con el avance de la edad, muchas personas requieren de cuidados y asistencia, lo que las hace más dependientes de otras. Esta situación puede ser aprovechada por personas malintencionadas.
La soledad y el aislamiento social son problemas comunes en la vejez, lo que puede dificultar que las personas mayores denuncien situaciones de maltrato. Por otra parte, la pobreza, la falta de recursos, las enfermedades crónicas, el deterioro cognitivo y/o las limitaciones físicas pueden aumentar la vulnerabilidad de las personas mayores y dificultar su defensa frente a la violencia sexual.
LGBTQ+
La población LGBTQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer, intersex...) enfrenta una serie de desafíos y vulnerabilidades que los exponen a situaciones de discriminación, violencia y exclusión social y judicial, propensos a una violenta revictimización al momento de hablar. Estas dificultades se derivan de prejuicios arraigados, falta de aceptación y leyes excluyentes. Los estereotipos y los prejuicios negativos hacia la diversidad sexual y de género generan aislamiento social y afectan la salud mental de las personas LGBTQ+ y los dejan en situaciones de extrema vulnerabilidad. El miedo al rechazo y la discriminación pueden llevar al aislamiento social y a la pérdida de redes de apoyo.

POBLACIÓN RETIRADA Y POBREZA

Las poblaciones aisladas y de bajos recursos se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad, expuestas a una serie de factores que limitan su acceso a oportunidades y servicios básicos. Esta situación los hace más susceptibles a sufrir diversas carencias y desigualdades. El aislamiento geográfico dificulta el acceso a servicios básicos como salud, educación, y justicia. Las distancias largas, el difícil acceso a vías de comunicación y la falta de infraestructura pueden limitar sus oportunidades de desarrollo. La falta de acceso a servicios sociales, la discriminación y la estigmatización pueden generar exclusión social y limitar sus oportunidades de obtener justicia y hablar de sus agresiones.
JUVENTUD EN ALBERGUES
Aunque los albergues están diseñados para brindar un espacio seguro y atención a niños que han experimentado situaciones difíciles, estos entornos también pueden presentar ciertos riesgos y desafíos que los hacen vulnerables. A pesar de que los albergues cuentan con personal encargado de la atención de los niños, la sobrecarga de trabajo o la falta de capacitación pueden generar brechas en la supervisión, lo que expone a los niños a posibles abusos por parte de otros niños o adultos. Muchos niños que llegan a los albergues han experimentado algún tipo de abuso o negligencia en el pasado, lo que los hace más vulnerables a revictimización y nuevas agresiones. Por otro lado el encubrimiento del personal, y la presencia del crimen organizado en México hace de esta población una población vulnerable en cuanto a violencia sexual y maltratos generales.

MUJERES

La vulnerabilidad de las mujeres en México es un problema grave, complejo y multifactorial, arraigado en profundas desigualdades de género que se manifiestan en diversos ámbitos de la vida. Una de las problemáticas más graves, que abarca desde el acoso callejero hasta el feminicidio. Esta violencia se sustenta en una cultura machista que perpetúa roles de género tradicionales y minimiza la violencia hacia las mujeres. Los estereotipos limitan las oportunidades de las mujeres y las confinan a roles domésticos. La discriminación se manifiesta en todos los ámbitos de la vida, desde la educación hasta el acceso a servicios básicos. Muchas mujeres no denuncian los actos de violencia en su contra por miedo a represalias, falta de confianza en las instituciones o desconocimiento de sus derechos. El sistema de justicia a menudo revictimiza a las mujeres y no garantiza una adecuada protección. La vulnerabilidad de las mujeres se agrava cuando se combinan con otras condiciones como la edad, la discapacidad, la orientación sexual, la identidad de género o la pertenencia a un grupo étnico.
NO ESTA SOLX,
SOMOS MILLONES CONTIGO
La violencia sexual no discrimina. Que tu voz no sea silenciada por miedo, prejuicios, vergüenza ni por cualquier otro motivo. No necesitas ser parte de una minoría o ser sobreviviente de violencia sexual para alzar tu voz y usarla a favor de lxs que no se sienten capaz de hacerlo.
NADA justificará una agresión sexual, la culpa y la vergüenza pertenecen a los agresores.
Juntos podemos romper el silencio y construir un mundo libre de violencia.